El año 1917 es el del debut del Sporting en el Campeonato de España, en partido disputado en El Molinón que pierde por cero goles a uno ante el Arenas Club de Guecho. Fernando Villaverde, que disputó aquel partido, fue la primera gran estrella rojiblanca. Tras una desafortunada lesión en un partido ante el Real Vigo en 1920, que le obliga a poner prematuro fin a su carrera deportiva, le sucede en la capitanía del equipo Manuel Meana, líder indiscutible del equipo durante los años veinte y que será el primer internacional sportinguista, debutando con la Selección el 9 de octubre de 1921 en partido amistoso disputado contra la selección de Bélgica. Corsino y Argüelles también recibirán, poco después, la llamada del combinado español.
El paso del amateurismo al profesionalismo a finales de la década de los veinte perjudicará mucho al Sporting, pues su potencial se verá reducido como consecuencia de la marcha de muchas de sus estrellas a la búsqueda de mejores remuneraciones (Ramón Herrera al Atlético de Madrid; Morilla al Celta de Vigo; Loredo al Racing de Santander; Alfredón y Argüelles al Deportivo de La Coruña, etc.), lo cual hará que el equipo, que además mantiene una mala relación con las federaciones regional y nacional, dispute la 1928/29, primera temporada de la Liga, en Segunda División. Se enfrentará en su primer partido ante el Celta de Vigo, con el que empatará a un gol, y finalizará aquella campaña en cuarta posición. Además, El Molinón acoge en 1928 el primer partido internacional disputado en Asturias, que enfrenta a las selecciones de España e Italia.
Tardará el Sporting en debutar en la máxima categoría y no conseguirá hacerlo como primer equipo asturiano, antes que el ya entonces máximo rival, el Real Oviedo: el ascenso se logra en la temporada 1943/44, once años más tarde que el equipo capitalino. Para entonces, el Sporting ya habrá cambiado su nombre, que pasará a ser Real Gijón hasta los años setenta, como consecuencia de la prohibición de extranjerismos decretada por el nuevo régimen dictatorial. En cualquier caso, seguirá siendo conocido popularmente como Sporting.
El estreno en Primera se realizará ante el RCD Español, formando Lerín, Ceballos, Sion, Tamayo, Tamargo, Cervigón, Dindurra, Gundemaro, Adolfo, Domingo y Liz. Siendo el resultado de este partido de empate a cero goles, habrá que esperar a la segunda jornada, cuando los gijoneses se enfrentan al Deportivo de La Coruña, para ver el primer gol del equipo en Primera División, que marcará Gundemaro. Se disputa también aquel año el primer derbi asturiano en la élite, ganando el Real Oviedo en casa al Real Gijón por dos goles a uno. El Gijón acabará aquella temporada en séptima posición. Mantendrá la categoría otras cuatro temporadas, recuperándola en la campaña 1950/51, con un apoteósico ascenso en el que se marcan cien goles.
Hasta los años setenta, cuando inicie una larga y exitosa trayectoria de más de dos décadas en Primera División, el Real Gijón será uno de esos equipos llamados "ascensores": desciende en la temporada 1953/54, asciende de nuevo en la 1956/57, y vuelve a descender en la campaña 1958/59 iniciando una trayectoria de once años en Segunda División. Serán años de grave crisis en los que se temerá por la desaparición del equipo, que incluso coqueteará, sin llegar a consumarlo, con el descenso a Tercera División. Logrará su cuarto retorno a la élite en la temporada 1969/70, tras sanear su economía y con una joven generación de prometedores futbolistas. La venta de uno de ellos, el vasco Ignacio Churruca, posibilitará la construcción de la Escuela de fútbol de Mareo. Otros, como Maceda, procedente del Acero de Sagunto; Mesa, de la Balompédica Linense; Ferrero, del Boca Juniors, se unen a canteranos como Cundi o los hermanos Castro, Jesús y Quini, y van configurando poco a poco la que será la plantilla de los "años dorados", los de finales de la década de los setenta y principios de la de los ochenta, cuando el Sporting alcanzará las que, a día de hoy, son sus cotas más altas, situándose en la zona alta de Primera, donde llegará a alcanzar un subcampeonato (1978/79), unas semifinales y hasta dos finales de la Copa del Rey en 1981 y 1982, y clasificándose varias veces para la Copa de la UEFA. Estos éxitos harán que, en 1980, se alcance la histórica cifra, aún no superada, de 22 766 socios y que El Molinón sea elegido como una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol de 1982, disputada en España.
Tras una cierta decadencia en la segunda mitad de los años ochenta, producida en parte por la marcha de algunos de los jugadores más importantes del equipo (Quini al FC Barcelona, Maceda al Real Madrid, etc.), los últimos años de aquella década y los primeros de los noventa, asistirán a la gestación de una nueva hornada de canteranos, los Luis Enrique, Abelardo, Manjarín o Juanele, amén de otros como Arturo, Óscar, Alcázar, Tati o Luis Sierra. Esta nueva generación de oro posibilitará una cierta recuperación deportiva del equipo, que disputa por sexta y última vez la Copa de la UEFA en la temporada 1991/92. En 1992, en cumplimiento de la Ley 10/1990, de 15 de octubre el club pasa a ser una Sociedad anónima deportiva y su nombre es, desde ese momento, Real Sporting de Gijón, S.A.D.
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